"Las clasificaciones son tan autolimitantes. Somos lo que hacemos, no lo que decimos que somos" Montgomery Clift
Esa frase la usé en algún momento en mi otro blog, pero me gusta tanto que la traigo a colación de nuevo para comenzar a hablar del tema de hoy.
De verdad, a estas alturas de la vida me parece una locura que alguna mujer piense que el matrimonio es lo peor del mundo, que todos los hombres son malos, que los hijos coartan la capacidad de cumplir tus sueños y que, como mujeres, estamos destinadas siempre a seguir a "nuestro hombre" y ellos son los que tienen la potestad de dirigir nuestras vidas desde el día que decidimos estar con ellos.
Eso me parece terrible, aunque lamentablemente muy común, y no entiendo por qué. 70 años con la píldora parece que nos ayudó a abrir las piernas, pero no la mente. En esta época, a los 20 años ya tienes la madurez suficiente para saber que tienes las riendas de tu vida, que no necesariamente te tienes que casar, que si te casas no necesariamente tienes que tener hijos pero lo más importante que debes creer es que, hagas todo eso o no, puedes ser feliz.
He visto como amigas se casan con unos idiotas (o en unas situaciones poco aptas para que un matrimonio prospere) y son felices, lo decidieron y se metieron de lleno en eso. En cambio hay unas que se casan con unos príncipes que les parecen ogros y solo pasan el día hablando de eso. Otras tienen hijos, no trabajan y no por eso se sienten inferiores. También he visto el otro caso: mi mamá se casó, trabajó, dejó de trabajar unos años, volvió al trabajo, hizo post-grado y ahora es quizás, socialmente más reconocida que mi papá, y todo eso lo logró siguiendo a mi papá en varias mudanzas por el país. Dejar todo para irte con tu esposo no es malo, no te hará inferior, no te quitará tus logros académicos, pero si lo vas a hacer hazlo feliz, sino no te vayas.
¿Sueñas con nunca tener hijos para jamás tener que dejar tu trabajo soñado? No los tengas. ¿Sueñas con dejar tu trabajo soñado el día que tengas hijos? Hazlo. No dejes que nadie te juzgue ni te digas que puedes o no puedes hacer. Simone de Beuvoir, Mary Wollstonecraft, Jane Austen, Emily Dickinson, Juana de Arco, Silvia Plath, Mafalda y todas las demás feministas existieron no para que ahora tú pudieras usar pantalones, trabajar en la calle como hombre y en la casa como mujer, votar y mil cosas más. NO. Existieron para que tú pudieras elegir qué quieres hacer con tu vida y para que nunca más tuvieras que escoger un único camino por obligación.
"Seré una de las pocas poetisas en el mundo completamente feliz de ser mujer, no una de esas amargadas y frustradas, retorcidas imitadoras de hombres, que en su mayoría acaban destrozadas"
Sylvia Plath
Este monólogo nació después que fui a ver la película Before Midnight.